lunes, 23 de julio de 2012

Banquetas, depósito de la chatarra urbana

Diego Petersenhttp://opinion.informador.com.mx/Columnas/2012/07/23/banquetas-deposito-de-la-chatarra-urbana/


Banquetas, depósito de la chatarra urbanaLunes, 23 Julio 2012 por Diego Petersen

La ciudad está llena de “vestigios de civilización”, como diría Tin Tin: restos de otras etapas de la ciudad que se van quedando simplemente porque no hay quién los recoja. La chatarra urbana está ahí por acumulación. Alguien lo puso, suponemos que con inteligencia y buena fe, pero luego pasó de moda, perdió su uso, llegó algo nuevo y a nadie se le ocurrió que había que quitarlo. O peor: sí se les ocurrió pero pensaron que es mejor gastar el dinero en poner lo nuevo que en quitar lo viejo. Todo mundo aplaude y agradece la llegada de lo nuevo y nadie festeja el retiro de lo viejo.


Gracias a esa lógica absurda de alcaldes pueblerinos la ciudad se ha ido llenando de chatarra: postes sin usar, sean de la CFE, de Teléfonos, de anuncios espectaculares o, los más notorios, del trolebús; muebles urbanos, como antiguos buzones de correo, bancas en desuso, paradas de camiones que ya no son, carteleras publicitarias, etcétera.


Lo que tiene en común toda esta chatarra urbana es que está en las banquetas, es decir, en el espacio destinado al peatón, el más débil en la escala urbana de la movilidad. Si los estorbos estuvieran en el arroyo de la calle, por donde circulan los vehículos, no pasarían 24 horas en que los medios de comunicación hicieran el señalamiento, la Secretaría de Vialidad levantara una queja y el Ayuntamiento se desviviera por resolver el problema. Pero las banquetas no son prioridad de nadie. Los medios no atendemos los bloqueos de banquetas como un asunto noticioso, a Vialidad le importan un cuerno y a los ayuntamientos no sólo los toleran sino que en muchos caos los generan (y para muestra ahí está la banqueta de la calle Reforma entre Santa Mónica y Pedro Loza, bloqueada por el propio Ayuntamiento de Guadalajara con una estructura que apuntala una casa en ruinas).


Nada habla tanto de una ciudad como sus banquetas y sus cuerpos de agua. En Guadalajara estos últimos son tan escasos como catastróficos. En el caso de las banquetas, nuestro principal espacio público, el abandono es casi absoluto. La chatarra urbana es sólo uno de sus problemas, pero es quizá el que tiene una solución más sencilla:cuando otorgan un permiso para colocación de mobiliario urbano, a quien sea, incluso ellos mismos, los ayuntamientos deberían cobrar, o en su caso comprar, una fianza por el valor del retiro y reparación de ese mobiliario.


Retirar de golpe toda la chatarra urbana tendría un costo enorme para cualquier municipio. Hacerlo a mediano plazo, asegurando que ya no se acumulará más, sí es factible. Ya le toca una a los peatones.

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